martes, 22 de octubre de 2013

Té con Mussolini

Florencia fue la cuna que vio nacer a grandes personajes de la historia, como a Dante Alighieri, Giovanni Boccaccio o a Leonardo Da Vinci. Florencia es una ciudad preciosa y con mucha historia en sus andares.

Recorrerla a pie no tiene palabras, caminar por sus antiguas calles es todo un deleite, así como disfrutar de toda su cultura, de sus museos y galerías de arte; no en vano se le conoce como “la Ciudad del Arte”.

Todos quienes viajen a Italia, esta ciudad es obligada para, además de sus museos, visitar sus tiendas de moda, ver el David de Miguel Ángel, disfrutar de la famosa y deliciosa cocina italiana, así como para dejarse seducir por inolvidable atardecer en el Ponte Vecchio.

Además de cultural y romántica, Firenze -como es en italiano- ha sido escenario de algunas películas, como Bajo el Sol de Toscana, que muestra partes de la ciudad, como la Cassa di Risparmio.

¿Recuerdan Hannibal? Pues es en Florencia donde el escalofriante personaje de Anthony Hopkins finge ser un experto de Dante e imparte conferencias en la Sala del Cinquecento del Palazzo Vecchio y también tiene una escena rodada en la Piazza de la Signoria rodeado por sus monumentales esculturas y en la Piazza della Repubblica que se convierten en escenario de crímenes terribles.

Pero la película Té con Mussolini presenta una visión de Florencia desde un punto de vista mucho más turístico y muestra impresionantes monumentos como el Ponte Vecchio, la Piazza del Duomo, la Piazza de Santa Maria Novella, Piazza Santissima Annunziata, el Cementerio Inglés, el Palazzio Vecchio y la Piazza della Signoria.

Quien visite esta ciudad siempre se quedará con ganas de conocer más y más. Y claro, además de sus platillos, es básico probar sus vinos, como el Chianti, acompañado por deliciosas especialidades toscanas. Otra bebida típica es el Vin Santo, un vino dulce que se obtiene de uvas pasas y que se sirve normalmente como postre junto a los cantuccini, un biscote seco de almendra, muy preciado en la gastronomía toscana, típicos de Prato.

Y una estancia en Florencia tiene que ser completa con la estancia en un gran hotel. Por ejemplo, yo me hospede en el Relais Santa Croce, un hotel de 5 estrellas que está situado en un edificio del siglo XVIII, en uno de los establecimientos más lujosos y elegantes del centro histórico de la ciudad, ubicado entre la basílica Santa Cruz y la catedral.

El hotel combina elementos modernos con una decoración clásica, con techos decorados con pinturas al fresco y un salón elegante y confortable. También hay una sala de música para disfrutar de aperitivos y de un programa de animación.

Todas las habitaciones ofrecen comodidades de alta calidad, ya que están decoradas con muebles antiguos y tejidos finos.

El restaurante sirve platos deliciosos y sencillos, elaborados con productos de temporada. Todos los productos son frescos y se compran a diario en el histórico mercado Sant’Ambrogio.

Aquí he recibido un trato de primera y todos son sumamente cordiales, como Alexandro Digiovanni, el reception manager, quien nos recibió con toda la amabilidad y está al pendiente de que pasemos unos días inolvidables.

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