jueves, 3 de octubre de 2013

De aromas y sensualidad

Los aromas del vino son un mundo infinito de posibilidades que me transportan hasta los bosques húmedos en el otoño, las tierras cubiertas de hierbas o los campos llenos de flores aromáticas. Su textura, crea un sin fin de sensaciones en la boca, capaces de enamorarme al instante o de alejarme para siempre.

Lo mismo me pasa con los hoteles, los amo desde el aroma me llega al cruzar el portal e internarme en su lobby.

les platicare aquí de los hoteles que me cautivaron en mi último viaje.

En el corazón de Atenas se encuentra un gran hotel: el King George, y precisamente como un rey se siente uno desde que pone un pie dentro de éste.

Construido en 1936 y renovado en 2004, es uno de los hoteles con mayor prestigio en la ciudad y pone a disposición de los turistas sus 102 habitaciones de lujo distribuidas en 9 pisos.

Una de sus más fabulosas características es que se encuentra casi frente al Parlamento, lo que te permite ver el ritual que se lleva a cabo para el cambio de escoltas. ¡Algo que no te puedes perder!

La decoración de las suites es ecléctica, y cuando uno entra es deslumbrado, no sólo por el buen gusto de las cosas, sino por la iluminación natural que entra por las ventanas.

Es casi como estar en el paraíso, desde el cual se puede admirar la ciudad gracias a la vista panorámica. El mejor momento es la tarde, cuando comienzan a encenderse las luces en la acrópolis.

Y como los detalles siempre son importantes, en este hotel jamás se olvidan de ponerte una flor, que te transmite el mensaje de que eres especial. Las habitaciones son cómodas: las mejores son las que tienen balcón, pues puedes admirar esta gran ciudad en todo su esplendor, y las camas son realmente suaves.

Una de las mejores cenas se puede tener en el restaurante Tudor Hall, con una buena carne o pescado y un buen vino acompañando, por supuesto todo enmarcado por una gran vista que lo vale todo.

Y lo que redondea esta mágica experiencia es el gran servicio que ofrece este hotel, pues siempre están atentos a tus necesidades y con el objetivo de que te lleves la mejor imagen de ellos y su ciudad.

otro espacio que me encanta es el Saint James Paris, que con su impactante fachada, enmarcada por árboles, ya le quita el aliento a cualquiera, pues hay que resaltar que éste es el único castillo-hotel de la ciudad.

De hecho, cuando llegas y el coche da vuelta a la majestuosa fuente que está frente a la entrada principal, sin duda sientes que estás viviendo en otra época.

Situado en una zona tranquila y exclusiva, muy cerca del Arco del Triunfo, este hotel también posee un lobby espectacular (con grandes escaleras, alfombras rojas y mármol alrededor) y ofrece habitaciones amplias y con una gran vista a una fuente o jardín.

Una de las cosas que más llamó mi atención fueron las paredes de cada suite, pues están decoradas individualmente con distintos colores y formas, con muebles de un diseño muy europeo y pinturas tanto modernas como antiguas. ¡Ninguna de las 48 suites y habitaciones es igual!

El restaurante se distingue por ofrecer lo mejor de la cocina gourmet francesa, que en el verano se puede degustar en la terraza del jardín.

Y para aquellos que desean disfrutar de la quietud del lugar, pueden entrar y ser hechizados por alguno de los 12 mil libros que hay en el bar-biblioteca del hotel, donde además los viernes se puede gozar de música jazz.

Por supuesto, también disfruté el jacuzzi, el sauna y los masajes del spa Gemology, así como del gimnasio.

Todo bajo un excelente servicio, que hizo mi estancia mágica y placentera.
En su conjunto, aunque este hotel tiene una ubicación inmejorable, es un refugio tranquilo en París que enamora a cualquiera que se hospeda en él.
Ya en la habitación, uno descansa plácidamente y se deja envolver por los techos altos y la limpieza del lugar, mientras que de día se disfruta la impactante iluminación natural que entra por la ventana.


Pura tranquilidad

Conocido por la calidad de esta cadena en el mundo, hospedarse en el hotel Four Seasons Milano, de entrada, ya es una garantía.

Lujo y elegancia son sinónimos de este céntrico lugar construido en 1467 y restaurado en el 2001. De hecho, antes de entrar ni imaginas la elegancia que posee este sitio, que, sin duda, es un titán de lo majestuoso.
Aquí lo moderno convive con lo ancestral, pues éste es un antiguo monasterio que fue arreglado para convertirse en uno de los hoteles de mayor lujo de la ciudad.

Con un total de 118 habitaciones, 41 de ellas suites, sus “highlights” incluyen un moderno centro para ejercitarse, buena comida y que está cerca del Quadrilatero della Moda, donde están numerosas boutiques de diseñadores de fama mundial.
El restaurante La Veranda es uno de los mejores de la ciudad, que ofrece platillos locales y lo mejor de la cocina mediterránea, todo bajo la supervisión del chef ejecutivo Sergio Mei.

Hay que destacar que este sitio tiene una excelente carta para vegetariano y niños, y una amplia lista de los mejores vinos.

Para descansar, este hotel cuenta con un spa urbano con toques de madera y tonos grises para transmitir calidez y comodidad, en donde pude disfrutar de masajes corporales y faciales en cómodos cuartos que transmiten una enorme tranquilidad.

Además, el lugar cuenta con un remanso de paz: su patio interior desde el cual puedes admirar lo precioso de este edificio.

Elegancia única

Hablar de un hotel exquisito es hablar del hotel Westbury Mayfair, en Londres, cuyas mejores cualidades son su calidad y lujo contemporáneo sin paralelo, que han ido creciendo desde 1955, fecha en la que abrió sus puertas.

Ahora cuenta con 246 habitaciones, de las cuales 20 son suites que se distinguen por su comodidad, diseño y tamaño, de acuerdo con los estándares de Londres.

También tiene todo lo que se necesita para ejercitarse gracias a su gimnasio, y luego se puede disfrutar de un tranquilo momento en el sauna.

En este hotel también pude degustar una gran variedad de comida y vivir una grata experiencia en el discreto y casual restaurante japonés Tsukiji Sushi, que combina lo mejor de esta cocina con el espíritu londinense.

También pasé un inolvidable momento en el Polo Bar, que cuenta con un diseño Art Deco y en el que se pueden probar las mejores bebidas y cocktails de Mayfair.
De hecho, el Polo Bar fue votado en 2010 como El Mejor Bar de Hotel del Año. Y no es para menos, pues no sólo es chic y tiene detalles de cristales de Swarovski, sino que todo está enmarcado en un ambiente sofisticación.

Como la ubicación del hotel es muy céntrica, se encuentra a muy poca distancia del London Palladium Theatre y de Piccadilly Circus, un lugar donde se puede gozar de todas las obras de teatro del momento.


Si se busca salir de lo convencional, recomiendo visitar el hotel AndBeyond Ngorongoro, en Tanzania, pues está ubicado en el área del mismo nombre que es de una belleza salvaje espectacular.

El hotel encaja perfectamente con la naturaleza, se funde y aporta al paisaje. Y, desde que llegas, te das cuenta de la gran hospitalidad de la gente, pues te reciben con champaña o jugos para que te refresques.

Las habitaciones son únicas pues sus techos están hechos de hojas de plátanos y tienen diversos adornos, desde cosas modernas hasta africanas (especialmente de madera), que le dan un toque de lujo y magia al lugar, y también ofrecen una exclusiva y privada atmósfera del Ngorongoro Crater.

Además, son amplios, con chimenea, llenos de rosas (te puedes encontrar hasta más de 70 en tu baño) y desde ellos, con suerte, puedes ver diversos animales, desde búfalos hasta flamingos.

De hecho, tomar un baño por la noche, luego del cansancio de los safaris, es una delicia, pues te preparan la tina con espuma y fragancias exquisitas.

La cena la puedes disfrutar al aire libre, por lo que uno se siente como si estuviera en un gran picnic de lujo, ya que percibes el olor de la vegetación y eres testigo de una de las mejores vistas del mundo.

La atención también es para destacarse, pues siempre tienes un mayordomo al pendiente de ti y hasta un guardia que vigila que llegues bien a tu habitación sin encontrarte algún animal salvaje.

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