jueves, 19 de noviembre de 2009

Comidas inolvidables

Dos propuestas culinarias de primer nivel en la Ciudad de México


Restaurante OCA
Muchas veces, por costumbre o comodidad nos encerramos en un solo círculo, en una zona o en un solo sabor.


Como es de sabios cambiar de opinión y, mejor aún, hacerlo para bien, se han ido abriendo las puertas de lugares maravillosos para disfrutar de una rica gastronomía.


En Polanco existe un lugar que es sinónimo de excelencia, de armonía gastronómica y de buen comer, para ir y disfrutar bocado a bocado, sin prisas.


Es el restaurante OCA, en la calle de Moliere en Polanco, el cual ofrece un menú lleno de propuestas de vanguardia mediterránea, una cocina por el chef español Vicente Torres, quien apuesta por la mística científica, que defiende el sentido de mercado, y encuentra su equilibrio en la presencia y el contenido, en el fondo y en la forma; el sabor como objetivo y el placer como meta.


Karen Wix encabeza al grupo de inversionistas y es la gerente general del negocio, Jocelyn, esposa de Vicente, está al frente del manejo del establecimiento. Estas tres personas son la combinación perfecta para ofrecer un servicio y un sabor inolvidables.


Karen y Jocelyn son mexicanas y chefs, al igual que Vicente, natural de Ibiza, quien logró una estrella Michelin en un restaurante en Valencia, España, antes de llegar a México.


¿Una probadita?


Solamente aquí algunos ejemplos de las delicias que puede encontrar en OCA:
Para comenzar, la arrachera tratada como carpaccio, como entrada fría o la crema de almendra con lascas de jamón Ibérico Joselito y yema de huevo cocido, como entrada caliente.
Si se decide por una fresca ensalada, la verde con cremoso de queso Idiazábal sería una excelente elección.


Como pescados, el mero asado al horno con espuma de patata y salsa de crustáceos o el atún cocinado como tataki (sellado, corte fino y marinado en vinagre y jengibre) son una delicia.
Si lo suyo son las carnes, el ossobuco de ternera con pasta fresca y hongos salteados o el cochinillo confitado y caramelizado con compota de naranja no puede dejar de probarlos.


De postres, coulant de chocolate amargo o la piel de leche le darán un dulce y rico cierre.
Además, si desea probar un poco de sus especialidades, está el menú degustación, el cual está compuesto por nueve tiempos.


La carta de vinos es excelsa, pues posee alrededor de 260 etiquetas provenientes principalmente de España, Francia y México, además de que cuenta con una sommelier que le puede asesorar en una mejor elección para acompañar sus platillos.


El pan de la casa, el tablón de quesos y el completo menú forman una atmósfera vanguardista que lo harán vivir una experiencia arrebatadora y deliciosa.


Sea cual sea su elección, lo más seguro es que saldrá muy complacido y con ganas de volver con sus mejores amigos o los más queridos de su familia.


“Segundas partes no siempre fueron buenas”, dice el adagio, pero el grupo de socios del WA y su equipo rompieron ese sortilegio y ya abrieron con mucho éxito el segundo restaurante, esta vez en la zona de santa Fe


Sin dudas el primer WA nació con buena estrella, tanta que ha sido –y sigue siendo- replicado con todo éxito.


Wa Santa Fe


Los amantes de la comida japonesa encontraron primero en el sur de la ciudad un lugar diferente variado y lleno de sabor, el Wa de Insurgentes Sur.


Ahora, para el regocijo de muchos, hace poco también abrió sus puertas en Santa Fe, y al igual que su antecesor, el restaurante es un lugar relajado, casual, cómodo y a su vez, elegante.


Para complacer a todos los clientes, el lugar cuenta con 18 mesas teppanyaki, que es el atractivo principal del restaurante.


Los hay de carne, mixto, de mariscos (con camarón, callo de hacha y pescado) y al que se le puede agregar algún elemento tropical: como plátano macho, piña, mango o manzana. Siempre es grato ver al cocinero preparar el plato, el cliente puede elegir el tipo de aceite (cocinan con poca grasa).


Se preparan además deliciosas combinaciones a base de pescado, mariscos y carne.
En su gran barra se elaboran deliciosos sushis a la vista del comensal para que éste no pierda detalle de su elaboración.


Para complementar tiene una carta variada de entradas frías y calientes. La ensalada de atún, que viene con un mix de lechugas y trozos de filete de atún en corte grueso, apenas sellado para que se deshaga en la boca es realmente una delicia.


No deje de probar la fresca ensalada de atún fresco, sellado con lechugas gourmet, aceite de semilla de uva y vinagre de arroz. El callo de hacha champiñón también es una muy buena opción.


También los sashimis tienen gran presencia dentro de la carta, los puede encontrar de atún, de salomón, de pulpo, de robalo o hamachi.


Sopas, ensaladas y pastas también se pueden encontrar en el menú, así como los platos especiales del chef.


Para el postre está el clásico tempura helado y unas sencillas combinaciones como el helado de té verde y el de lychée, fresco, poco empalagoso y con trocitos de fruta para entretener al paladar.


Los amantes del vino y los cocteles también tienen aquí su espacio, porque hay una gran carta de vinos, champagne y espumosos, así como los martinis que casi todos adoran.
Su bar ofrece lo mejor de las bebidas nacionales e internacionales, y ahí se elaboran más de 15 tipos de sake.


Si Santa Fe es una zona que visita frecuentemente o vive por ahí no deje de probar lo que prepara el restaurante Wa, el cual posee una decoración minimalista en donde se combinan pisos de madera, paredes de cemento, un gran espejo de agua en el centro del salón principal y una pared que se ilumina por sí sola.


Y como a todos consienten, también tiene una agradable terraza para quienes prefieren comer al aire libre o para los fumadores, además de dos salones privados y un área de juegos para niños.
La saga sigue intacta y ha demostrado que lo bueno, si es consistente, puede ser fácilmente reproducible.


Lo vimos en la obra de Laura Esquivel, “Como agua para chocolate”, como la cocina libera, es signo de poder y sobre todo herramienta de conquista.


Lejos de la mitología griega, de las investigaciones científicas y de las novelas rosas, ya nuestras abuelas decían sabiamente que “al corazón se le llega por el estómago”. Placebo o no, la comida afrodisiaca es una excelente oportunidad de combinar varios placeres a la vez: amor, comida y bebida.

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