martes, 25 de marzo de 2014

San Miguel de Allende sibarita

Pintoresca y cosmopolita a la vez, San Miguel de Allende merece ser recorrida a pie para poder disfrutar de todo su encanto. Su centro histórico está lleno de edificios bien conservados que datan de los siglos XVII y XVIII. Con sus estrechas calles empedradas, patios arbolados, finos detalles arquitectónicos y suntuosos interiores, esta pequeña ciudad es, sin duda, una de las más bonitas de México. En 2008, la UNESCO la nombró, junto con el aledaño Santuario de Jesús de Atotonilco, Patrimonio Mundial de la Humanidad, citando a la arquitectura religiosa y la arquitectura civil del poblado como una muestra de la evolución de las diferentes tendencias y estilos, desde el Barroco hasta el Neogótico de finales del siglo XIX.

San Miguel es un destino preferido para los amantes del arte. Si eres artista principiante, consumado, o simplemente prefieres admirar las creaciones de los demás, ahí serás feliz. Las inauguraciones de estudios, cursos y talleres constituyen una parte vital de la pujante escena artística. Abundan las galerías, las boutiques y las tiendas que venden una amplia gama de arte y artesanías, por lo que no será difícil encontrar recuerdos que llevar a casa.

En el Centro Histórico hay una gran variedad de tiendas, restaurantes, bares, hoteles y la gran mayoría de sus atractivos; pero también hay sitios que no están el el centro y que vale la pena visitar.

También hay lindos hoteles, como el Matilda, que abrió apenas sus puertas el año pasado y por sí solo es una obra maestra original, un hotel boutique único en su clase que celebra la escena y el estilo de vida del arte contemporáneo latino del viajero internacional actual.

Este hotel se define por su estilo de vida sofisticado pero relajado, donde los huéspedes se ven inmersos en un ambiente exquisito, servicios únicos, experiencias individualizadas en el spa y un confort refinado.

En 1942, el reconocido artista mexicano Diego Rivera fue comisionado para pintar a una joven mujer, Matilda Steam (madre de Harold Stream, el propietario y desarrollador de hotel), ataviada con un vestido de coctel rosa. Sin embargo, al pintor no le gustó el resultado debido a que la pintura no representaba lo que él veía en ella, sino lo que otros querían que ella fuera, así que pidió la oportunidad de pintarla de nuevo, pero esta vez como él la percibía. En “El Arquero”, Matilda aparece erguida recta y fuerte, con arco y flecha, lo que representa, el interior de Matilda en forma de la Diana Cazadora.

Una reproducción de Matilda se exhibe en el hotel como un tributo a la visión artística de Rivera y al compromiso que el hotel tiene con la vibrante escena artística mexicana. La pieza original pertenece a la familia.

Además de todo su bella arquitectura y su privilegiada ubicación, las suites de Matilda están exquisitamente decoradas con vistas sobre el dramático horizonte embellecido por las catedrales y cúpulas de San Miguel de Allende.

Aquí también nos deleitamos con cocina temporánea gourmet con influencias regionales y un toque latino que asombrarán tanto al paladar como a la imaginación al saborearse en el verde escenario de un jardín exterior. También cuenta con un bar lounge para disfrutar de una deliciosa bebida tras una larga caminata por esta mágica ciudad.

Para relajarse, el spa es un santuario íntimo para el rejuvenecimiento personal con tratamientos de la más alta tecnología.

Para los amantes del arte, una galería viviente los espera, la cual está enriquecida por los trabajos de artistas mexicanos contemporáneos y aclamados, como Aldo Chaparro, Nacho Rodríguez y Bosco Sodi, cuyas obras crean un ambiente centrado en el arte de manera singular, que tanto sorprende y deleita.

        



En cuanto a restaurantes, no puedo dejar de mencionar a Cent'anni, un espacio culinario que ya forma parte de una gran mezcla cultural y gastronómica, que encaja perfectamente con la personalidad de pueblo mágico de San Miguel de Allende.

Sus dueños son Eduardo López Guerrero y Antonio Marrón, quien tienen una fuerte conexión con quienes visitan el lugar y ellos se encargan de una grandiosa.

El concepto del lugar, de estilo trattoria tradicional italiana, es presentar una cocina auténtica, casera, con excelentes ingredientes y con un elemento clave: la pasión de los italianos y mexicanos.

Entre el menú encontramos pizzas a la leña, pastas artesanales, ensaladas, antipastos, sopas y algunos platillos tradicionales.

Y además de hermosa arquitectura y bellísimos lugares para disfrutar, San Miguel de Allende tiene su tequila: Casa Dragones, una compañía tequilera independiente con producción en pequeños lotes, y con una pasión por la elaboración de tequila excepcional, una botella a la vez. Cada botella es firmada y numerada a mano, como señal de su compromiso con la calidad.

Esta marca es un tequila joven 100 % puro de Agave Azul, una de las cinco clasificaciones oficiales del tequila. Su sabor es elegante, con carácter refinado y acabado ligero.

Cada año, Casa Dragones crea una edición limitada de la presentación de su tequila, para que sea único. Con una producción de 12 mil botellas, el tequila Casa Dragones se distribuye en México y Estados Unidos, y se exporta ya a Inglaterra y Canadá.

La Casa Dragones está en una calle empedrada de San Miguel de Allende, a donde se puede acudir en un tour privado.

Y también, por primera vez en San Miguel de Allende, este fin de semana se realizó MesaAbierta — parte de Mesamérica, el evento gastronómico más importante de México—, que estuvo lleno de magníficos eventos culinarios.

Este año, los reconocidos chefs Enrique Olvera, Rick Bayless, Benito Molina, Jorge Vallejo, entre otros, crearon el menú para varias cenas-maridaje de antología, donde sus platillos emblemáticos creados con ingredientes de la región se sirvieron acompañados de tequila Casa Dragones.

Casa Dragones fue anfitrión de una emocionante sesión de improvisación con famosos chefs y mixólogos, como Jim Meehan (de PDT en Nueva York), y de una increíble fiesta VIP para la inauguración de MesaAbierta en La Casa Dragones.

Como parte de la programación de MesaAbierta San Miguel, hubo picnics con platillos que fueron de la granja a la mesa, donde probamos lo mejor de la cocina de varias regiones del país y conocimos a destacados artesanos, chefs y periodistas de México, entre otras celebridades.

A este gran evento fuimos invitados por Audi, el famoso fabricante alemán de vehículos de lujo, con presencia internacional. Su sede central se encuentra en Ingolstadt, Baviera; y ahora, en San José Chiapa, en Puebla, México, se está construyendo una nueva planta a casi 2 mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar.

Sus automóviles son hermosos y con mucha clase. Conducir cualquiera de sus modelos todo un agasajo.

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