miércoles, 14 de julio de 2010

Aroma ,sabor, sonido y tacto


Aroma ,sabor, sonido y tacto, cinco cualidades que identifican a los mejores vinos y que distinguen las mejores tierras concebidos para seducir con todos sus encantos a todos nuestros sentidos, Rioja es sin duda la región vitícola más conocida dentro y fuera de las fronteras ibéricas, y esta reputación está más que justificada ya que Rioja es sinónimo de vino.

La denominación calificada de Rioja se reparte entre la comunidad autónoma de La Rioja y las comunidades vecinas del País Vasco y Navarra. En la Rioja vinícola, la viña se extiende sobre una superficie de más de 48 mil hectáreas.

Dividida a efectos vitivinícolas en tres subzonas, Rioja Alta, Rioja Baja y Rioja Alavesa, cada de una de ellas tiene sus peculiaridades y personalidad propia de las distintas composiciones y orígenes de los suelos y los subsuelos, así como de las diferencias climáticas.

Lo que hace únicos a los vinos de Rioja es el sistema de envejecimiento, cualidad exclusiva de los grandes vinos. La ley española ha definido criterios precisos para todos los tipos de vino, pero estas reglas son todavía más estrictas para la denominación calificada Rioja.

A través de un adecuado proceso de crianza, en el que la madera de roble juega un papel decisivo, el vino de Rioja experimenta una evolución favorable que exalta sus virtudes y le confiere nuevas características aromáticas y de sabor. La crianza de los vinos de Rioja se realiza en barricas de roble de 225 litros, donde el vino experimenta un lento proceso evolutivo de microoxigenación y estabilización, al tiempo que adquiere aromas y sabores transmitidos por los taninos de la madera. Es la técnica tradicional de crianza de los grandes vinos, un proceso natural y más costoso que las modernas propuestas de una enología más "industrial". La crianza se completa después en botella, donde el vino sigue evolucionando en un ambiente reductor hasta alcanzar su plenitud. Grandes vinos de añadas históricas duermen embotellados durante décadas en las bodegas riojanas hasta convertirse en auténticas joyas enológicas.

El paso del tiempo y la experiencia de viticultores y elaboradores han permitido realizar una selección natural de aquellas variedades de uva que demostraban mejores cualidades de adaptación a la climatología y suelos riojanos y que, al mismo tiempo, eran capaces de proporcionar vinos de las más altas calidades con personalidad diferenciada. Fruto de este proceso histórico son las siete variedades de uva actualmente autorizadas por el Reglamento de la Denominación de Origen Calificada Rioja:

- Tintas:Tempranillo, Garnacha, Mazuelo y Graciano

- Blancas: Viura, Malvasia de Rioja, Garnacha blanca

Según el proceso de envejecimiento seguido, en el vino de Rioja se establecen cuatro categorías, diferenciadas mediante los cuatro tipos de contraetiquetas que el Consejo Regulador otorga a aquellos vinos que han superado sus controles de calidad y tipicidad:

* Vino Joven: Vinos en su primer o segundo año, que conservan sus características primarias de frescor y afrutado.

* Vino de Crianza: Vinos como mínimo en su tercer año que han pasado un año como mínimo en barrica y algunos meses en botella. En vinos blancos el período mínimo de envejecimiento en barrica es de 6 meses.

* Vino de Reserva: Vinos seleccionados de cada añada, que por sus buenas características han envejecido durante tres años, de los cuales uno como mínimo será de crianza en barrica. El resto del periodo se completa en botella. En vinos blancos el período de envejecimiento es de 2 años, de los cuales como mínimo 6 meses en barrica.

* Vino de Gran Reserva: Vinos seleccionados de añadas excepcionales, que han permanecido como mínimo dos años en barrica y tres en botella. En vinos blancos el período de envejecimiento es de 4 años, de los cuales 6 meses como mínimo en barrica.

En la zona se pueden realizar varias actividades, pues es rica en arte y culturas diferentes. Desde los celtíberos hasta la civilización cristiana pasando por los visigodos, los romanos, los árabes... Rioja huele y sabe a mezcla, está ricamente condimentada con ricas tradiciones .

Entorno con profundos aromas a vid a tierra y a siglos de historia y tradición, colores de vino y campo en perfecta simbiosis con profusión de tonalidades.

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