jueves, 17 de diciembre de 2009

El agua que llegó de Italia


Las formas han cambiado pero el saber permanece con su carácter artesanal en este producto de ancestral historia

Pensar en Italia es perderse en un ensueño, belleza, elegancia, sabor, estilo… toda una cultura que encontramos en cada uno de sus rincones.

Este país vio nacer una de las aguas más apreciadas alrededor del mundo y que existen desde la época del Medievo.

Además, cuenta la historia que Leonardo Da Vinci en 1509 viajó a San Pellegrino para probar su milagrosa agua.

Fue Luca Cafasso, este espléndido italiano quien nos ha llevado estos últimos meses a un recorrido fascinante, entendiendo la magia que hay tras cada gota de esta agua.

St. Pellegrino es la sociedad productora de bebidas más antigua de Italia. Se fundó el 21 de mayo de 1899 y desde entonces se ha dado a conocer en Italia, Europa y del otro lado del Atlántico. Lleva más de un siglo presente en las mejores mesas del mundo, no sólo por su consagrada fama sino por su gran calidez y pureza.

El agua termal St. Pellegrino brota en los Alpes lombardos en un nacimiento próximo a la ciudad de Bérgamo. Esta rica agua nace a más de 700 metros de profundidad del manantial San Pellegrino, descubierto en el siglo XIII.

El largo recorrido de filtración del agua hasta la superficie garantiza la pureza y el contenido mineral, protegiéndola así de agentes de contaminación externos. Gasificada con anhídrido carbónico procedente de una fuente natural, puede presumir de contener más de 14 minerales.

La ampliación de horizontes de esta agua se produjo no sólo a través de los mejores y más elegantes restaurantes y establecimientos hoteleros, sino en gran medida, de la mano de la multitud de emigrantes italianos a América.

San Pellegrino es agua mineral que goza, con todo merecimiento por su calidad y acusada personalidad, del mayor prestigio, estima y difusión. Se vende en 110 países y es una de las marcas de agua con gas embotellada más conocidas.

MÚLTIPLES BENEFICIOS

Esta agua mineral armoniosamente mineralizada y delicadamente gasificada es la elección ideal para acompañar comidas dándoles un toque de refinamiento.

Acompaña perfectamente la gastronomía de sabores intensos; un buen vino con cuerpo, un corte de carne o un queso fuerte al paladar. Su combinación única de minerales le ha dado su reconocimiento y ha deleitado a los gourmets más exigentes.

Pero esta agua además posee propiedades benéficas para la salud:

Función digestiva: durante las comidas actúa como estimulante de la digestión al resolver algunos problemas que pueden ser causa de digestiones lentas y difíciles, ofreciendo además un efecto protector sobre la mucosa gástrica. Además mejora las funciones hepáticas y la producción y excreción de bilis favoreciendo de esta manera la pérdida de colesterol. En el intestino favorece la absorción de sustancias y nutrientes y la progresión del objetivo.

Diuréticas: si se consume diariamente además de en las comidas, estimula el renuevo hídrico y provoca el lavado del organismo facilitando el arrastre de residuos tales como las sustancias azotadas y el ácido úrico. Por esto es eficaz en la prevención y eliminación de cálculos renales.
Así que como vemos, esta no es un agua cualquiera, pues puede acompañar cada momento y su versatilidad hará disfrutarla en cada sobo.

Definitivamente es la italiana con la que todos quieren.

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