lunes, 13 de agosto de 2012

Casa Madero de gran festejo

Cada 9 de agosto en Casa Madero inician sus tradicionales Fiestas de la Vendimia con los danzantes Matachines, nativos de la zona, los cuales bajan del Cerro de la Cruz iluminando por medio de antorchas su camino en medio de la noche para celebrar con ello las vísperas de San Lorenzo.
Este año se vivió de nuevo esa historia durante dos días, y todavía con más ánimos y alegría ya que se celebraron sus 415 años cosechando más y más éxitos. Uno de ellos, es que en días pasados celebraron la obtención de tres medallas en el concurso internacional Japan Wine Challenge 2012, con las cuales acumulanan ya 416 medallas. Éstas fueron:
Casa Madero Chardonnay 2011 – Plata
Casa Grande Chardonnay 2011 – Bronce
Casa Madero Shiraz 2010 – Bronce y ganador de la categoría “mejor por país”.
En esta Fiestas de la Vendimia hubo de todo, mucho vino (evidentemente), buena gastronomía, grandes amigos, grandes charlas… Vivimos la tradición de los buenos vinos, como el Cepa Risling o el famoso Cabernet Sauvignon, disfrutamos de la hermosa hacienda y saboreamos sus delicias provenientes de la naturaleza.
En Casa Madero, cada vino respira la entregia, la clase, la calidad y todo lo que distingue a Brandon y Daniel Milmo, dueños de la casa y de sus espléndidos vinos.
Los últimos años han sido muy buenos para la bodega, han dejado de exportar para vender en el mercado nacional, ahora bajo el mando de estos hermanos, quienes tomaron la batuta tras el fallecimiento de su padre, el inolvidable José Milmo.
Considerada la primera vitivinícola de América, la bodega ubicada en el Valle de Parras, Coahuila, es la única que cuenta con Denominación de Origen, en México; es la vinícola más antigua del país. Además, Casa Madero opera los viñedos y bodegas más antiguas del continente americano.
La tradición empezó en el año 1574 cuando sacerdotes y conquistadores españoles salieron de Zacatecas a lo que hoy es Coahuila en busca de oro, en medio del desierto encontraron no oro, pero sí un verdadero oasis con manantiales de agua y una gran profusión de vides silvestres. Este privilegiado valle es hoy conocido como el Valle de Parras.
Este descubrimiento los motivó a establecer la Misión de Santa María de las Parras y con las uvas de estas viñas nativas produjeron allí el primer vino americano.
Ante los continuos ataques de los salvajes indios de la zona, decidieron, a los pocos años abandonar esta misión, sin embargo, uno de los pobladores originales, Don Lorenzo García, reconociendo las bondades que ofrecía este valle, logró establecer la paz con los naturales y se reubicó ocho kilómetros al norte, en otro manantial de agua. Viviendo ya en el lugar, solicitó a Felipe II, rey de España una “Merced” o dotación de tierras, la que recibió el 18 de Agosto de 1597 con el expreso propósito de plantar viñas para producir vino y brandy, dando así formal nacimiento a la Hacienda de San Lorenzo, lo que hoy es Casa Madero.

La calidad de sus suelos, la alta elevación – 1,505 metros sobre el nivel del mar –genera un clima fresco, propicio para el cultivo de la vid, hicieron que el Valle de Parras produjera desde su fundación vinos de inmejorable calidad. Con los años, la fama de la calidad de los vinos del Valle de Parras llego a España, lo que alarmó al rey quien temiendo la competencia de las colonias americanas, en 1699 emitió un decreto prohibiendo el cultivo de la vid y la producción de vinos, con la sola excepción de aquellos viñedos y bodegas que produjeran vinos para la Iglesia. Esta prohibición dura hasta que México se independiza de España en 1810. Durante esta difícil época, San Lorenzo sobrevivió produciendo vinos para la curia.
La propiedad pasó por varios dueños incluyendo una empresa francesa que la compró durante la época de Maximiliano. En 1893 fue comprada en París, Francia, por Don Evaristo Madero, progenitor de la familia Madero y abuelo del Presidente Francisco I. Madero, quien en 1910 estableciera los cimientos del México moderno.
En Europa, Don Evaristo, también contrató los servicios de los mejores técnicos, viticultores de España e Italia y enólogos de Francia; también adquirió nuevas variedades de uvas y trajo equipo moderno de vinificación, barricas y toneles de madera, alambiques de destilación de Cognac, líneas de embotellado y demás equipo para la viña y la bodega. Con las mejores variedades de uva, el moderno equipo y el nuevo personal que implantó la más moderna tecnología de la época, la vitivinícola de San Lorenzo creció y progresó hasta convertirse en una importante empresa productora de vino y brandy en México.




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