Basta que uno la nombre para que un cosquilleo invada el estómago y suba los colores a la cara.
Si, porque la mente es el afrodisíaco más potente, sin dudas.
Pero más allá de las leyendas, los mariscos, los chocolates o de las miradas a la luz de las velas, nadie se atreve a negar que uno de los mayores afrodisíacos es el vino.
Fisiológicamente hablando, hay un par de explicaciones racionales para esto: esta bebida alcohólica es un vasodilatador que hace fluir más rápido la sangre en las venas, que relaja y ante todo (y aquí recide su gran appeal) desinhibe.
Podríamos decir que es una bebida vaso-desinhibidora.
Una copa de vino y la vergüenza queda exiliada en la parte más lejana del cerebro y hasta la persona más tímida siente fluir las palabras y la seducción desde su boca.
¿No han notado ese destello mágico que se instala en la mirada después de la primer copa?
No por nada Shakespeare llamaba a las bebidas alcohólicas como el Jesuitismo de los instintos sexuales.
Eso de que ‘lo esencial es invisible a los ojos’ se aplica a muchos aspectos excepto al erotismo. Aquí lo esencial debe ser visible, tiene que ser detectado por la veloz pupila y actuar en consecuencia.
Los rituales previos del vino: los juegos del líquido en la copa, la búsqueda de secretos en su color y en su aroma y la concentración para sacarle verdades a su jugo, no hacen más que poner los sentidos en su punto más intenso y perceptivo.
Casalobos:Crianza en barricas nuevas y de un vino de roble francés. La crianza se realizó durante 12 meses con un trasiego. Previo al embotellado se clarificó con albúmina de huevo y una suave filtración sin estabilizarlo por frío.
Nota de cata: Intenso color rojo picota muy cubierto, fluído y fino, sugestivos aromas francos de fruta bien madura sobre notas de crianza bien ensamblados, goloso en boca, muy vino, fresco, amable, sabroso y amplio.
Largo y rico postgusto.
Reserva Magna:Un vino coupage obtenido de la selección de las mejores uvas finas: Nebbiolo y Petit Syrah, añejado en barricas de roble francés durante 12 meses.
De color alegre, brillante, rojo intenso con matices púrpura. Cuerpo bien definido y ligeramente aterciopelado, con aroma integrado a frutos negros, tostados y notas de chocolante amargo y vainilla que descubren un sabor potente, equilibrado y complejo para un final largo y especiado.
Ideal para acompañar todo tipo de carnes rojas y quesos dulces y cremosos, como el manchego. Un vino para conocedores.
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