jueves, 22 de abril de 2010

Banyan Tree Cabo Marques

Acapulco, una playa sensual con sabor latino y escenografía internacional. Pero no solo es sol y arena: ahora es el nuevo corredor de hoteles boutique, de una belleza natural deslumbrante. Es una ciudad que parece haber hecho un pacto con el sol tropical (que nunca falla), la mejor compañía de estas playas de aguas tibias, de tumbos pausados y finas arenas blancas,
Ahí, en Cabo Marques, la multipremiada cadena asiática Banyan Tree Hotels and Resorts esta lista para el lanzamiento de Banyan Tree para esta primavera, en la prestigiosa zona de Acapulco Diamante.

Banyan Tree Cabo Marqués transporta al romance, la aventura y al encanto clásico de Acapulco, con su lujosa colección de 47 villas con alberca privada, entre las que se encuentra una imponente Villa Presidencial. Esta espectacular villa con una alberca de 126m2, suspendida sobre el acantilado, ofrece hasta 5 habitaciones privadas ideales para familias o grupos de amigos.
El hotel fue diseñado por la firma Architrave Design and Planning, inspirándose en la antigua relación entre Acapulco y el lejano Oriente; principalmente con China durante el siglo XIX. Como consecuencia, el resort despliega un distintivo sabor asiático, enmarcado por techos inclinados, amplias cornisas salientes y villas construidas sobre peldaños por encima de los riscos. Cada villa ofrece una sensación de altura que se intensificada con el uso de amplios ventanales de cristal, que permiten a los huéspedes disfrutar de un espectáculo donde se funde el azul del cielo con el azul del mar.

Por su parte, el diseño interior se encuentra engalanado por bellos toques de arte asiático y mexicano, como esculturas y piezas artesanales de lugares típicos como Oaxaca y Guadalajara. Los diseñadores del resort también emplearon talavera en los accesorios de las habitaciones, así como ónix en las bases de las lámparas, el tradicional huipil de Chiapas y estaño en los bordes de los espejos.

Tuve una exquisita comida degustación en el Saffron, el restaurante insignia de la marca que sirve autentica cocina thai y también ofrece una cava para 12 personas para ocasiones especiales. Las Rocas Grill and Bar, un restaurante ubicado a unos metros del mar, sirve pescados, mariscos y finos cortes de carne y finalmente La Nao, llamado así en honor a la Nao de China, un barco del siglo XVI que transportaba oro mexicano y tesoros asiáticos a través de los mares mediante la ruta de comercio Manila-Acapulco. Hoy en día, La Nao marca la diferencia como el restaurante con más estilo de Acapulco, basando su concepto gastronómico en influencias latinas y orientales.

Y después de una maravillosa experiencia culinaria, que mejor lugar que Las Vistas Lobby bar, donde se podrá disfrutar de unas impresionantes vistas al Océano Pacifico mientras los huéspedes se relajan con la brisa del mar y saborean un exótico coctél tropical.

El Spa también hace su debut en Acapulco, transportando sus rejuvenecedoras terapias asiáticas de manos de terapeutas entrenadas en la Academia de Banyan Tree Spa de Phuket, Tailandia, creando así un “Santuario para los sentidos”.

Para celebrar su apertura, Banyan Tree Cabo Marqués estará ofreciendo una noche en cortesía por cada dos noches consecutivas pagadas. Esta oferta de apertura estará vigente para reservaciones del 15 de marzo al 30 de junio de 2010, con tarifas desde $600 dólares por noche e incluye desayuno diario para dos personas.

Acapulco es uno de los destinos estrella de nuestro país, la suma de clima agradable -llueve pocos dias al año-, playas de arena fina y blanca, mucha y buena cocina, decenas de actividades al aire libre, y una movidísima vida nocturna. 

Uno pensaría que con esto basta para que los turistas lleguen en ordas, pero faltaban más y mejores hoteles y llegó Banyan Tree…

Es mágico: solo es cuestión de horas se puede pasar de la adrenalina de la ciudad, a la umplugged vida de playa; pasar de cordilleras y volcanes a arenas blancas y suaves, del frío de vivir a dos mil y tantos metros sobre el nivel del mar a las costas luminosos del pacifico, del bullicio de la ciudad al quieto silencio de los paisajes nocturnos.

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