Todos los que en algún momento de nuestra vida hemos practicado gimnasia, danza o ambas, entendemos perfectamente a los atletas, que eso son, que nos deleitan con sus destrezas en el show ‘O’ de Cirque du Soleil.
‘O’ es el espectáculo permanente del circo y que, a lo largo de los años, ha maravillado a un público que no se deja de asombrarse con la perfección de sus actos. Este show acuático se presenta todas las noches en el hotel Bellagio de las Vegas, en un espacio construido específicamente para el show y cuenta con plataformas y una piscina que contiene 1.5 billones de galones de agua.
En una agradable platica con el colombiano Jorge Castaño, integrante de ‘O’, me quedó más que claro el porqué Cirque du Soleil es el circo más exitoso del mundo, referencia de excelencia y el lugar máximo para lucir las destrezas y habilidades de los mejores artistas circenses. Para incorporarse como artista a Cirque du Soleil se evalúa al aspirante más allá de las maravillas acrobáticas que pueda realizar. La gracia, control y destreza tienen que ir ligadas a una personalidad centrada y agradable, con una actitud respetuosa y positiva, con un alto sentido del deber y con un carácter férreo para soportar horas de entrenamiento.
La fuerza de voluntad de sus integrantes es tan alta como el dominio de su cuerpo, pues trabajar en Cirque du Soleil implica mucho esfuerzo, entrenamiento físico diario, frustraciones que deben superarse para seguir adelante y un carácter que les permita verse siempre sonrientes y frescos en el escenario. Por supuesto, como me comentaba Jorge, usar al cuerpo como herramienta de trabajo implica lesionarse, desde dolores musculares causados por el esfuerzo, hasta desgarres que requieren reposo y cuidados especiales.
Además de atletas, debe habitar en su interior un incansable espíritu aventurero que los impulse a salir al show enfrentando sus miedos, pues al final del día son tan humanos como todos nosotros, y a pesar de realizar el show cada noche, el impacto que causa ver un teatro lleno o el miedo de caer en la rutina, están siempre latentes.
Como humanos que son, no dejan de maravillarse a sí mismos por sus propias proezas y por la de sus compañeros. Cada show se convierte en un acto que los transporta a otra realidad, a una que comparten en cada proeza con los asistentes.
Durante los actos, los artistas unen sus energías físicas y mentales con las de sus compañeros, confiando en ellos como si fuesen uno mismo. Es este nivel de confianza y compenetración la que los lleva a formar una nueva familia, la del Cirque du Soleil, en la que reina la hermandad y, por supuesto, es común que surja el amor. Como en el caso de Jorge, que contrajo matrimonio con Ana, quien solía ser la PR del show.
Visitar el show ‘O’ de Cirque de Soleil en las Vegas es una experiencia inolvidable, pero conocer lo que hay detrás de su producción, inspira.
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