Tierras cálidas nos han regalado deliciosos sabores que han dado la vuelta al mundo y que muchas veces le añaden un toque muy especial a una reunión entre seres queridos.
Uno de estos sabores es el ron, una bebida obtenida de la destilación de jugos o mostos fermentados de caña de azúcar, los cuales son sometidos a un periodo de añejamiento en barricas de roble o encino, donde adquieren de forma natural las características organolépticas deseadas.
Muchos países son productores de este dulce elixir y muchas marcas son conocidas, pero pocas son tan buenas como Ron Havana, que es distribuido en México por Casa Pedro Domecq.
Havana Club es actualmente el ron cubano más conocido en Cuba y en el resto del mundo, y sigue personificando el patrimonio y la supremacía de la tradición ronera cubana. Basándose en el saber hacer único de sus maestros roneros, Havana Club ha mantenido vivo el arte del añejamiento: el arte de la destilación, el envejecimiento y la mezcla de rones premium.
El nombre "Havana Club" encierra la herencia de la tradición ronera de Cuba y el ambiente único de La Habana, capital esta isla. Esta bebida está íntimamente ligada a la cultura cubana y sus paisanos se sienten profundamente orgullosos de lo que ha llegado a ser un auténtico símbolo nacional.
De este ron hay diferentes presentaciones, ideales para todos los gustos:
Havana Club 7 años Su calidad incomparable y aclamada es un tributo a la tradicional elaboración del ron y el saber hacer cubanos. Se compone de rones añejados durante un mínimo de siete años en barriles de roble blanco, aunque algunos tienen más años.
Color: deslumbrante y nítido color caoba.
Aroma: cacao, vainilla, madera de cedro, tabaco dulce y exuberantes frutas tropicales.
Sabor: es un ron elegante y excepcionalmente rico. Una entrada voluptuosa y sedosa da lugar a un paladar equilibrado y extraordinariamente complejo a la vez, con vibrante y refinado cacao caliente, vainilla, caña de azúcar, castaña y aromas de frutas tropicales caramelizadas, subrayadas por roble suave y firme y ricas especias agridulces.
Havana Club Añejo Blanco
Es el ron añejo más joven de Havana Club. El adjetivo blanco refleja el saber hacer cubano para producir rones blancos ligeros, mientras que el añejo destaca el proceso de añejamiento natural común a todos los rones de esta marca.
Color: transparente con tonos amarillo pálido por su proceso de añejamiento en barriles de roble blanco.
Aroma: fresco y fácil, con recuerdos de vainilla y cereza, con un toque de cacao.
Sabor: equilibrado, sutil, dulce y afrutado a la vez.
Havana Club Añejo Especial
Es una mezcla de rones añejos y jóvenes cuyo resultado es un ron de tonos dorados, rico y cálido.
Color: tiene un cautivador color dorado, brillante y cálido.
Aroma: intenso, recuerdos de caña de azúcar con ligeros acentos ahumados y notas de miel, vainilla y canela.
Sabor: es un ron intenso con un final permanente y redondo.
Havana Club Añejo Reserva
Es una sutil mezcla de muchos rones añejos, seleccionados para aunar un sabor potente con un aroma ligero.
Color: ámbar cálido y radiante.
Aroma: los aromas de caramelo, pera y tabaco ligero dan paso a un bouquet de notas de madera, fruto del añejamiento natural.
Sabor: intenso que deja paso a complejos y permanentes aromas de cacao, café, tabaco y especias. Se caracteriza por un cuerpo y una suavidad excepcionales.
jueves, 26 de agosto de 2010
jueves, 12 de agosto de 2010
Russian Standard
Moscú, ciudad que fusiona su gran esplendor con sus antiguas construcciones, altos edificios estalinistas, iglesias, casas neoclásicas y su clásica arquitectura de ciudad vieja.
A la capital rusa llegué desde St. Petersburgo en el tren nocturno, recorrido que me recomendó el embajador de Rusia en México, Valery Morózov, con quien por cierto cené en el Café Pushkin.
En esta bella y misteriosa ciudad visité el Kremlin, la Plaza Roja con sus llamativas cúpulas de color, la Catedral de Santo Basilio -que parece pastel de cumpleaños, los huevos Fabergé, joyas creadas por Peter Carl Fabergé y sus artesanos de la empresa Fabergé para los zares de Rusia.
Uno de los restaurantes donde comí fue el magnífico restaurante Casa Baccarat, ubicado en un impactante palacete a unos pasos de la Plaza Roja. El lugar está decorado en cristales, desde lámparas, candelabros, adornos y vajilla, entre otras cosas.
En este cristalino lugar degusté el vodka Russian Standard, que también probé en St. Petersburgo y que no pude dejar de repetir aquí. Esta bebida es elaborada solamente con los ingredientes más selectos bajo la fórmula para el vodka creada en 1894 por el célebre científico ruso Dmitri Mendeleev para los zares de Rusia.
Y así que para no quedarme con las ganas y para que nadie me contara, probé las diferentes gamas que ofrece esta exclusiva casa de vodka:
Original. Con tres destilaciones procesadas a través de filtros de carbón. Es una combinación del tradicional sabor a trigo (trigo invernal de las estepas rusas) y una remarcable claridad (proveniente de las suaves y glaciares aguas del gélido norte), con lo que es perfecto para tomarlo solo o como la mejor combinación que nos dicte el espíritu al momento de servirlo. Es un un símbolo icónico de la vida moderna de Rusia y del dinamismo.
Este vodka es reconocido en su país de origen como punto de referencia para la excelencia, y debe su nombre y calidad a la fórmula clásica de Dmitri Mendeleev, encargado por el zar Alejandro III para un óptimo equilibrio y pureza. Su botella está inspirada en Ivan the Great Bell Tower, ubicada en el corazón de Moscú, y evoca el pasado imperialista de Rusia y el vital rol que juega el vodka en dicho país en sus más elegantes tradiciones. Platinum. Este vodka lleva la receta de Mendeleev para los zares un paso más adelante, combinando lo más puro de sus ingredientes con el arte de filtración en plata (cinco destilaciones) para producir un vodka ultra nítido y de espíritu verdaderamente suave. Uniendo la pasión por la perfección con una energía y confianza, Platinum se ha convertido en el favorito entre la generación de exitosos profesionales urbanos.
Este vodka posee una energía sin igual y gran claridad. Gold. Suave, delicioso, con sabor a vainilla, almendras y miel. Su sabor puro se debe a las aguas glaciares de las que proviene, además posee una dulzura que lo hace delicioso y delicado. Se puede tomar en las rocas o combinado.- Imperia. Destilado ocho veces con filtros de cuarzo y utilizando las más puras y suaves aguas del norte. Inmaculado, con suavidad aterciopelada, complejo e inspirador. Este vodka realmente tiene una altura vertiginosa. La destilación final de años de experiencia y la ciencia del vodka unidas al ímpetu del Russian Standard hacen de este vodka definitivamente un lujo. Gracias a su irrefutable autenticidad, su absoluta claridad y su delicado sabor lo hacen un gran ejemplo de lo que Rusia ha hecho perfectamente durante siglos: producir el más fino de los vodkas del mundo.
A la capital rusa llegué desde St. Petersburgo en el tren nocturno, recorrido que me recomendó el embajador de Rusia en México, Valery Morózov, con quien por cierto cené en el Café Pushkin.
En esta bella y misteriosa ciudad visité el Kremlin, la Plaza Roja con sus llamativas cúpulas de color, la Catedral de Santo Basilio -que parece pastel de cumpleaños, los huevos Fabergé, joyas creadas por Peter Carl Fabergé y sus artesanos de la empresa Fabergé para los zares de Rusia.
Uno de los restaurantes donde comí fue el magnífico restaurante Casa Baccarat, ubicado en un impactante palacete a unos pasos de la Plaza Roja. El lugar está decorado en cristales, desde lámparas, candelabros, adornos y vajilla, entre otras cosas.
En este cristalino lugar degusté el vodka Russian Standard, que también probé en St. Petersburgo y que no pude dejar de repetir aquí. Esta bebida es elaborada solamente con los ingredientes más selectos bajo la fórmula para el vodka creada en 1894 por el célebre científico ruso Dmitri Mendeleev para los zares de Rusia.
Y así que para no quedarme con las ganas y para que nadie me contara, probé las diferentes gamas que ofrece esta exclusiva casa de vodka:
Original. Con tres destilaciones procesadas a través de filtros de carbón. Es una combinación del tradicional sabor a trigo (trigo invernal de las estepas rusas) y una remarcable claridad (proveniente de las suaves y glaciares aguas del gélido norte), con lo que es perfecto para tomarlo solo o como la mejor combinación que nos dicte el espíritu al momento de servirlo. Es un un símbolo icónico de la vida moderna de Rusia y del dinamismo.
Este vodka es reconocido en su país de origen como punto de referencia para la excelencia, y debe su nombre y calidad a la fórmula clásica de Dmitri Mendeleev, encargado por el zar Alejandro III para un óptimo equilibrio y pureza. Su botella está inspirada en Ivan the Great Bell Tower, ubicada en el corazón de Moscú, y evoca el pasado imperialista de Rusia y el vital rol que juega el vodka en dicho país en sus más elegantes tradiciones. Platinum. Este vodka lleva la receta de Mendeleev para los zares un paso más adelante, combinando lo más puro de sus ingredientes con el arte de filtración en plata (cinco destilaciones) para producir un vodka ultra nítido y de espíritu verdaderamente suave. Uniendo la pasión por la perfección con una energía y confianza, Platinum se ha convertido en el favorito entre la generación de exitosos profesionales urbanos.
Este vodka posee una energía sin igual y gran claridad. Gold. Suave, delicioso, con sabor a vainilla, almendras y miel. Su sabor puro se debe a las aguas glaciares de las que proviene, además posee una dulzura que lo hace delicioso y delicado. Se puede tomar en las rocas o combinado.- Imperia. Destilado ocho veces con filtros de cuarzo y utilizando las más puras y suaves aguas del norte. Inmaculado, con suavidad aterciopelada, complejo e inspirador. Este vodka realmente tiene una altura vertiginosa. La destilación final de años de experiencia y la ciencia del vodka unidas al ímpetu del Russian Standard hacen de este vodka definitivamente un lujo. Gracias a su irrefutable autenticidad, su absoluta claridad y su delicado sabor lo hacen un gran ejemplo de lo que Rusia ha hecho perfectamente durante siglos: producir el más fino de los vodkas del mundo.
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