jueves, 10 de diciembre de 2009

Friné con alma italiana


La invitación a una gran experiencia sensorial ahora llega con el sello de la Toscana

El vino debe lograr un buen equilibrio entre la intensidad de la fruta y la guarda en barrica, Las iridiscencias del vino, centellan ; iluminan las estancias y crean un tiempo distinto, el del viaje a través de los sentidos ; son la memoria y la imaginación las que despiertan, se entrelazan buscando donde acomodarse en un placer en el que los matices de nuestros sentimientos toman cuerpo, nos recorren la piel y los sentidos… desde que se escancia y se acerca a los labios: sus aromas nos inundan de imágenes entrañables que despiertan tonos que van de la melancolía hasta el gozo más intimo.

La uva, con la que varios vinos están elaborados es la Cabernet Sauvignon, que actúa como columna vertebral de algunos de los vinos más famosos del mundo. ¿Y por qué columna vertebral? Gracias a su potencial alcohólico, su textura, nivel de acidez, y taninos (astringencia), el vino generado por esta noble uva sostiene durante largos años la estructura de un vino tal y como la columna vertebral sostiene a un cuerpo.

Esta uva fue la elegida para realizar el primer Friné, el mexicano de Baja California, mismo, que por el éxito que tuvo desapareció de los anaqueles a las pocas semanas de aparecer en el mercado.

Muchos ya conocen los vinos Friné, creados con el apoyo de excelentes compañeros especialistas en materia de vino en diferentes regiones del mundo.

Ya les he presentado el Cabernet Sauvignon, proveniente de Baja California, El Frine Chileno, obra del enólogo Adolfo Hurtado, el Friné de Lafite, de Bordeaux y el Cuvée Friné del Sur de Francia. Ahora es momento de presentarles al sensual italiano (no podía ser de otra forma), el Friné 2006 – IGT Toscana, proveniente de Montalcino, en la provincia de Siena, Italia; un delicioso fruto nacido en tierras montañosas con exposición al sur /suroeste.

Se los presento a detalle:

Viñedos: Suelos del peso medio con algunos guijarros calcáreos. Altura media: 350 metros sobre el nivel del mar.


Condiciones climáticas: Las condiciones atmosféricas durante la temporada de crecimiento fueron buenas en 2006. El invierno no fue demasiado frío y con precipitaciones satisfactorias. Una primavera un tanto fría causó un poco retraso en el crecimiento (5 a 7 días), el cual fue recuperado rápidamente para finales de junio. Las abundantes precipitaciones este primer periodo de crecimiento permitieron que las vides maduraran durante los típicos meses secos de verano, sin padecer ningún tipo de daño por el agua. En agosto y septiembre, las temperaturas estuvieron debajo del promedio, pero hubo agradables días asoleados sin lluvia. La maduración tuvo un poco de retraso (10 - 15 días), pero las condiciones para una maduración equilibrada fueron excelentes: un estimulante paralelismo tecnológico (azúcar) - y fenólico (color, taninos) – de madurez.


Uvas: 60% Brunello, 15% Petit Verdot, 10 % Merlot, 10% Cabernet, 5% Syrah.
Cosecha manual con una selección rigurosa de los mejores racimos y una segunda selección en la bodega en las mesas de selección.

Vinificación: Las diversas variedades fueron fermentadas por separado en anchos y cortos tanques de acero inoxidables para lograr una extensa superficie y tener mayor contacto con la piel para una extracción óptima de su riqueza polifenólica. Cerca de 20 días de maceración a una temperatura controlada debajo de 30° C.


Envejecimiento: Dos años. La Brunello en barriles tradicionales de roble de 25 hl, las demás variedades en barricas de 225 litros.

Notas de cata


Color: Denso, muy oscuro, con destellos violeta

Aroma: Mucho encanto en su complejidad: una combinación única de los sabores del verano toscano (de la Brunello) y un intrigante atractivo proveniente de las demás variedades.

Sabor: Los potentes taninos de la Brunello se entrelazan con lo afrutado de la Merlot y Petit Verdot, con la Cabernet y la Syrah añadiéndole extra complejidad. La fruta especiada de la uva está muy bien integrada en la barrica en un aumento de sensaciones que lleva a un elegante e inolvidable postgusto.

Aroma sabor sonido y tacto, cinco cualidades que identifican a los mejores vinos concebidos para seducir con todos sus encantos a todos nuestros sentidos, cálidos aromas y sabores mezclados con armoniosos colores es lo que da un autentico placer para los sentidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario