Hace unas semanas estuvo en México Gustavo Ursomarso, enólogo de Terrazas de los Andes (Mandoza, Argentina), y con él comí en el restaurante The Palm.
Cheval des Andes es la primera fusión del Premier Grand Cru Cheval Blanc, con toda su habilidad innata y savoir faire, y Terrazas de los Andes, cuna del mejor terroir de altura de Argentina, y la experiencia en producir Malbec y Cabernet Sauvignon. El resultado de este mágico encuentro es Cheval des Andes, un vino refinado, elegante, vibrante y extravagante. El Grand Cru de los Andes. Considerado como el mejor exponente del estilo franco-argentino, Cheval es “el renacimiento del perfecto assemblage”.
Cheval des Andes proviene de un terroir único, especialmente elegido por sus características agroecológicas. Está ubicado en el distrito Las Compuertas, en una de las zonas más prestigiosas y reconocidas de Luján de Cuyo, Mendoza.
El viñedo de 50 hectáreas preserva un terroir único, gracias a las condiciones de suelo, clima, material vegetal y prácticas culturales que se realizan a diario con dedicación y gran esfuerzo. El suelo es franco–arenoso, con piedras en profundidad y buen drenaje, condiciones que favorecen el crecimiento en profundidad de las raíces y permite un mayor equilibrio, durabilidad y máxima expresión. Por su parte, el clima de este Grand Cru situado a más de mil metros sobre el nivel del mar es moderado, con una excelente amplitud térmica entre el día y la noche. Todos estos factores son los que hacen de Cheval des Andes el más expresivo y refinado Grand Cru de los Andes.
Su viñedo está compuesto por cinco variedades. Cuatro de estas cepas todavía son utilizadas en los assemblage franceses: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot y Petit Verdot. La quinta variedad, el malbec, originaria de Francia, fue llevada a Argentina por Michel Pouget, previo a la plaga de phylloxera en Europa.
Cada variedad cumple un rol fundamental en el arte del assemblage, aportando características únicas expresadas en un solo vino: Cheval des Andes.
El equipo de la bodega está compuesto por un experimentado grupo de enólogos y expertos en viñedos que combinan más de 100 años de experiencia en la elaboración de vinos, desde Europa a Mendoza. Cada uno de los integrantes del equipo es responsable por la calidad, el estilo y el desarrollo de los viñedos y vinos. El equipo también está a cargo de guiar la evolución de Cheval des Andes, el joint venture de Terrazas de los Andes y Cheval Blanc.
Su enólogo es Gustavo Ursomarso, nacido y criado en Mendoza. Es ingeniero agrónomo y uno de los enólogos de Terrazas de los Andes. Es responsable de garantizar el suministro de uvas de la mejor calidad para cada variedad. Desempeña un rol fundamental en la bodega Terrazas de los Andes, ya que es el vínculo entre los viñedos y el equipo de enología, y participa activamente en el proceso de blending de cada producto de Terrazas de los Andes.
A los 16 años ya tenía claro el camino que seguiría. “Siempre me gustaron las actividades al aire libre, no hubiera podido ser escribano, o abogado. Así que cuando me tocó elegir una carrera, decidí dedicarme a los vinos”, asegura.
Después de estudiar agronomía en Mendoza, la región más importante de Argentina en cuanto a producción vinícola estuvo trabajando en la finca de su familia hasta que en el año 2000 fue contratado por Terrazas de los Andes, primero para ocuparse de los viñedos y a partir de 2006 en la bodega.
En la comida con Gustavo, en el Palm, probamos el Cheval de Andes 2003, 2004, 2005, todos ellos vinos muy elegantes y suntuosos.
The Palm
Con más de 86 años de historia, este restaurante acaba de cumplir un año en México. Este tradicional restaurante neoyorquino, reconocido por sus cortes de carne americanos de calidad US Prime y la estupenda langosta jumbo de Nueva Escocia.
Ubicado en el primer piso del hotel Presidente InterContinental Santa Fe es el restaurante más exclusivo y famoso steak & lobster donde se disfruta de una cocina clásica y original, servida en tentadoras y generosas porciones.
Si eres amante de la carne, deléitate con un generoso New York Prime acompañada con alguna de sus inigualables guarniciones, como una de vegetales, papas, espinaca a la crema o espárragos a la parrilla.
Para completar esta experiencia gastronómica, los platillos pueden acompañarse con una deliciosa guarnición de vegetales, papas, espinaca a la crema, espárragos a la parrilla etcétera, preparadas al inigualable estilo de Palm Restaurant.
Su carta posee más de 600 etiquetas de vino de diferentes partes del mundo, además, el restaurante cuent con experimentados sommeliers que sugerirán el mejor maridaje entre el vino y los platillo.
El lugar esta decorado con madera obscura, una impecable mantelería en blanco y como característica principal, los muros estan tapizados con caricaturas de reconocidos personajes del mundo contemporáneo y clientes asiduos de The Palm, por ejemplo, Jaime Camil, Miguel Ángel Mancera, Joaquin López Doriga, Josefina Vázquez Mota, Antonio Chedraui, Ángel Losada, Carlos Slim, entre muchos otros… Y yo también tengo la mía.
jueves, 24 de octubre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
Té con Mussolini
Florencia fue la cuna que vio nacer a grandes personajes de la historia, como a Dante Alighieri, Giovanni Boccaccio o a Leonardo Da Vinci. Florencia es una ciudad preciosa y con mucha historia en sus andares.
Recorrerla a pie no tiene palabras, caminar por sus antiguas calles es todo un deleite, así como disfrutar de toda su cultura, de sus museos y galerías de arte; no en vano se le conoce como “la Ciudad del Arte”.
Todos quienes viajen a Italia, esta ciudad es obligada para, además de sus museos, visitar sus tiendas de moda, ver el David de Miguel Ángel, disfrutar de la famosa y deliciosa cocina italiana, así como para dejarse seducir por inolvidable atardecer en el Ponte Vecchio.
Además de cultural y romántica, Firenze -como es en italiano- ha sido escenario de algunas películas, como Bajo el Sol de Toscana, que muestra partes de la ciudad, como la Cassa di Risparmio.
¿Recuerdan Hannibal? Pues es en Florencia donde el escalofriante personaje de Anthony Hopkins finge ser un experto de Dante e imparte conferencias en la Sala del Cinquecento del Palazzo Vecchio y también tiene una escena rodada en la Piazza de la Signoria rodeado por sus monumentales esculturas y en la Piazza della Repubblica que se convierten en escenario de crímenes terribles.
Pero la película Té con Mussolini presenta una visión de Florencia desde un punto de vista mucho más turístico y muestra impresionantes monumentos como el Ponte Vecchio, la Piazza del Duomo, la Piazza de Santa Maria Novella, Piazza Santissima Annunziata, el Cementerio Inglés, el Palazzio Vecchio y la Piazza della Signoria.
Quien visite esta ciudad siempre se quedará con ganas de conocer más y más. Y claro, además de sus platillos, es básico probar sus vinos, como el Chianti, acompañado por deliciosas especialidades toscanas. Otra bebida típica es el Vin Santo, un vino dulce que se obtiene de uvas pasas y que se sirve normalmente como postre junto a los cantuccini, un biscote seco de almendra, muy preciado en la gastronomía toscana, típicos de Prato.
Y una estancia en Florencia tiene que ser completa con la estancia en un gran hotel. Por ejemplo, yo me hospede en el Relais Santa Croce, un hotel de 5 estrellas que está situado en un edificio del siglo XVIII, en uno de los establecimientos más lujosos y elegantes del centro histórico de la ciudad, ubicado entre la basílica Santa Cruz y la catedral.
El hotel combina elementos modernos con una decoración clásica, con techos decorados con pinturas al fresco y un salón elegante y confortable. También hay una sala de música para disfrutar de aperitivos y de un programa de animación.
Todas las habitaciones ofrecen comodidades de alta calidad, ya que están decoradas con muebles antiguos y tejidos finos.
El restaurante sirve platos deliciosos y sencillos, elaborados con productos de temporada. Todos los productos son frescos y se compran a diario en el histórico mercado Sant’Ambrogio.
Aquí he recibido un trato de primera y todos son sumamente cordiales, como Alexandro Digiovanni, el reception manager, quien nos recibió con toda la amabilidad y está al pendiente de que pasemos unos días inolvidables.
Recorrerla a pie no tiene palabras, caminar por sus antiguas calles es todo un deleite, así como disfrutar de toda su cultura, de sus museos y galerías de arte; no en vano se le conoce como “la Ciudad del Arte”.
Todos quienes viajen a Italia, esta ciudad es obligada para, además de sus museos, visitar sus tiendas de moda, ver el David de Miguel Ángel, disfrutar de la famosa y deliciosa cocina italiana, así como para dejarse seducir por inolvidable atardecer en el Ponte Vecchio.
Además de cultural y romántica, Firenze -como es en italiano- ha sido escenario de algunas películas, como Bajo el Sol de Toscana, que muestra partes de la ciudad, como la Cassa di Risparmio.
¿Recuerdan Hannibal? Pues es en Florencia donde el escalofriante personaje de Anthony Hopkins finge ser un experto de Dante e imparte conferencias en la Sala del Cinquecento del Palazzo Vecchio y también tiene una escena rodada en la Piazza de la Signoria rodeado por sus monumentales esculturas y en la Piazza della Repubblica que se convierten en escenario de crímenes terribles.
Pero la película Té con Mussolini presenta una visión de Florencia desde un punto de vista mucho más turístico y muestra impresionantes monumentos como el Ponte Vecchio, la Piazza del Duomo, la Piazza de Santa Maria Novella, Piazza Santissima Annunziata, el Cementerio Inglés, el Palazzio Vecchio y la Piazza della Signoria.
Quien visite esta ciudad siempre se quedará con ganas de conocer más y más. Y claro, además de sus platillos, es básico probar sus vinos, como el Chianti, acompañado por deliciosas especialidades toscanas. Otra bebida típica es el Vin Santo, un vino dulce que se obtiene de uvas pasas y que se sirve normalmente como postre junto a los cantuccini, un biscote seco de almendra, muy preciado en la gastronomía toscana, típicos de Prato.
Y una estancia en Florencia tiene que ser completa con la estancia en un gran hotel. Por ejemplo, yo me hospede en el Relais Santa Croce, un hotel de 5 estrellas que está situado en un edificio del siglo XVIII, en uno de los establecimientos más lujosos y elegantes del centro histórico de la ciudad, ubicado entre la basílica Santa Cruz y la catedral.
El hotel combina elementos modernos con una decoración clásica, con techos decorados con pinturas al fresco y un salón elegante y confortable. También hay una sala de música para disfrutar de aperitivos y de un programa de animación.
Todas las habitaciones ofrecen comodidades de alta calidad, ya que están decoradas con muebles antiguos y tejidos finos.
El restaurante sirve platos deliciosos y sencillos, elaborados con productos de temporada. Todos los productos son frescos y se compran a diario en el histórico mercado Sant’Ambrogio.
Aquí he recibido un trato de primera y todos son sumamente cordiales, como Alexandro Digiovanni, el reception manager, quien nos recibió con toda la amabilidad y está al pendiente de que pasemos unos días inolvidables.
jueves, 17 de octubre de 2013
Arte y tecnología
Fundación Telefónica presentará el proyecto: “Canto Electroacústica: Aves Latinoamericanas en una creación colaborativa”, en el evento internacional Visiones Sonoras, festival que se ha consolidado como el principal en su tipo en México, y uno de los mejores en Latinoamérica. Se trata de un espacio para generar vínculos entre artistas y estudiantes, crear nuevos públicos y fomentar la generación de obras que integren el uso de las nuevas tecnologías.
El proyecto, que presenta Fundación Telefónica, demuestra las ventajas del trabajo colaborativo, a través de la producción de contenido.
Ésta integra una investigación que a su vez culminó en un libro y la creación de una pieza musical electroacústica, basada en cantos de las aves de nuestro continente.
En las dos etapas del proyecto participaron destacados compositores de América Latina, como Otto Castro, de Costa Rica; Miguel Noya, de Venezuela; Jaime Oliver, de Perú; Rodrigo Sigal, de México; entre otros.
La pieza musical que se desprende de este proceso colaborativo, “El sutil sonido de las plumas”, abrirá el Festival Internacional de Música y Nuevas Tecnologías: “Visiones Sonoras”, la próxima semana.
Cabe resaltar que la investigación se realizó bajo la dirección de Luis Germán Rodríguez, con la coordinación de Adina Izarra, ambos venezolanos.
Ellos integraron las aportaciones de artistas con trayectorias fundamentalmente clásicas; entre ellos, Rodrigo Sigal, músico mexicano y director artístico del festival Visiones Sonoras, quien hace una reflexión sobre el estado actual de los laboratorios de música electroacústica en América Latina.
Previo al inicio de la novena edición del Festival Internacional de Música y Nuevas Tecnologías: Visiones Sonoras, que se realizará del 22 al 26 de octubre próximos, sus organizadores se reunieron en la ciudad de Morelia, Michoacán, con el objetivo de afinar detalles y definir el programa que se presentará en esas fechas.
Este año, Fundación Telefónica México ha realizado diversas acciones para impulsar su proyecto de arte y tecnología, que busca impulsar la creación artística contemporánea relacionada con la tecnología.
En esta ocasión, presenta un producto que evidencia el poder de las tecnologías de la información y la comunicación, para intervenir positivamente las artes musicales y la producción de textos valiosos que documentan el acontecer cultural.
Visiones Sonoras ofrece, de manera simultánea, espacios de aprendizaje y discusión sobre aspectos específicos de la composición e interpretación de la música que incorpora tecnología de vanguardia, así como presentación de instalaciones y de conciertos con la infraestructura ideal para poner en contacto al público interesado con los intérpretes, los compositores y las manifestaciones más representativas en el campo de la música electroacústica de hoy.
Para más información, consulta:
www.visionessonoras.org
jueves, 3 de octubre de 2013
De aromas y sensualidad
Los aromas del vino son un mundo infinito de posibilidades que me transportan hasta los bosques húmedos en el otoño, las tierras cubiertas de hierbas o los campos llenos de flores aromáticas. Su textura, crea un sin fin de sensaciones en la boca, capaces de enamorarme al instante o de alejarme para siempre.
Lo mismo me pasa con los hoteles, los amo desde el aroma me llega al cruzar el portal e internarme en su lobby.
les platicare aquí de los hoteles que me cautivaron en mi último viaje.
En el corazón de Atenas se encuentra un gran hotel: el King George, y precisamente como un rey se siente uno desde que pone un pie dentro de éste.
Construido en 1936 y renovado en 2004, es uno de los hoteles con mayor prestigio en la ciudad y pone a disposición de los turistas sus 102 habitaciones de lujo distribuidas en 9 pisos.
Una de sus más fabulosas características es que se encuentra casi frente al Parlamento, lo que te permite ver el ritual que se lleva a cabo para el cambio de escoltas. ¡Algo que no te puedes perder!
La decoración de las suites es ecléctica, y cuando uno entra es deslumbrado, no sólo por el buen gusto de las cosas, sino por la iluminación natural que entra por las ventanas.
Es casi como estar en el paraíso, desde el cual se puede admirar la ciudad gracias a la vista panorámica. El mejor momento es la tarde, cuando comienzan a encenderse las luces en la acrópolis.
Y como los detalles siempre son importantes, en este hotel jamás se olvidan de ponerte una flor, que te transmite el mensaje de que eres especial. Las habitaciones son cómodas: las mejores son las que tienen balcón, pues puedes admirar esta gran ciudad en todo su esplendor, y las camas son realmente suaves.
Una de las mejores cenas se puede tener en el restaurante Tudor Hall, con una buena carne o pescado y un buen vino acompañando, por supuesto todo enmarcado por una gran vista que lo vale todo.
Y lo que redondea esta mágica experiencia es el gran servicio que ofrece este hotel, pues siempre están atentos a tus necesidades y con el objetivo de que te lleves la mejor imagen de ellos y su ciudad.
otro espacio que me encanta es el Saint James Paris, que con su impactante fachada, enmarcada por árboles, ya le quita el aliento a cualquiera, pues hay que resaltar que éste es el único castillo-hotel de la ciudad.
De hecho, cuando llegas y el coche da vuelta a la majestuosa fuente que está frente a la entrada principal, sin duda sientes que estás viviendo en otra época.
Situado en una zona tranquila y exclusiva, muy cerca del Arco del Triunfo, este hotel también posee un lobby espectacular (con grandes escaleras, alfombras rojas y mármol alrededor) y ofrece habitaciones amplias y con una gran vista a una fuente o jardín.
Una de las cosas que más llamó mi atención fueron las paredes de cada suite, pues están decoradas individualmente con distintos colores y formas, con muebles de un diseño muy europeo y pinturas tanto modernas como antiguas. ¡Ninguna de las 48 suites y habitaciones es igual!
El restaurante se distingue por ofrecer lo mejor de la cocina gourmet francesa, que en el verano se puede degustar en la terraza del jardín.
Y para aquellos que desean disfrutar de la quietud del lugar, pueden entrar y ser hechizados por alguno de los 12 mil libros que hay en el bar-biblioteca del hotel, donde además los viernes se puede gozar de música jazz.
Por supuesto, también disfruté el jacuzzi, el sauna y los masajes del spa Gemology, así como del gimnasio.
Todo bajo un excelente servicio, que hizo mi estancia mágica y placentera.
En su conjunto, aunque este hotel tiene una ubicación inmejorable, es un refugio tranquilo en París que enamora a cualquiera que se hospeda en él.
Ya en la habitación, uno descansa plácidamente y se deja envolver por los techos altos y la limpieza del lugar, mientras que de día se disfruta la impactante iluminación natural que entra por la ventana.
Pura tranquilidad
Conocido por la calidad de esta cadena en el mundo, hospedarse en el hotel Four Seasons Milano, de entrada, ya es una garantía.
Lujo y elegancia son sinónimos de este céntrico lugar construido en 1467 y restaurado en el 2001. De hecho, antes de entrar ni imaginas la elegancia que posee este sitio, que, sin duda, es un titán de lo majestuoso.
Aquí lo moderno convive con lo ancestral, pues éste es un antiguo monasterio que fue arreglado para convertirse en uno de los hoteles de mayor lujo de la ciudad.
Con un total de 118 habitaciones, 41 de ellas suites, sus “highlights” incluyen un moderno centro para ejercitarse, buena comida y que está cerca del Quadrilatero della Moda, donde están numerosas boutiques de diseñadores de fama mundial.
El restaurante La Veranda es uno de los mejores de la ciudad, que ofrece platillos locales y lo mejor de la cocina mediterránea, todo bajo la supervisión del chef ejecutivo Sergio Mei.
Hay que destacar que este sitio tiene una excelente carta para vegetariano y niños, y una amplia lista de los mejores vinos.
Para descansar, este hotel cuenta con un spa urbano con toques de madera y tonos grises para transmitir calidez y comodidad, en donde pude disfrutar de masajes corporales y faciales en cómodos cuartos que transmiten una enorme tranquilidad.
Además, el lugar cuenta con un remanso de paz: su patio interior desde el cual puedes admirar lo precioso de este edificio.
Elegancia única
Hablar de un hotel exquisito es hablar del hotel Westbury Mayfair, en Londres, cuyas mejores cualidades son su calidad y lujo contemporáneo sin paralelo, que han ido creciendo desde 1955, fecha en la que abrió sus puertas.
Ahora cuenta con 246 habitaciones, de las cuales 20 son suites que se distinguen por su comodidad, diseño y tamaño, de acuerdo con los estándares de Londres.
También tiene todo lo que se necesita para ejercitarse gracias a su gimnasio, y luego se puede disfrutar de un tranquilo momento en el sauna.
En este hotel también pude degustar una gran variedad de comida y vivir una grata experiencia en el discreto y casual restaurante japonés Tsukiji Sushi, que combina lo mejor de esta cocina con el espíritu londinense.
También pasé un inolvidable momento en el Polo Bar, que cuenta con un diseño Art Deco y en el que se pueden probar las mejores bebidas y cocktails de Mayfair.
De hecho, el Polo Bar fue votado en 2010 como El Mejor Bar de Hotel del Año. Y no es para menos, pues no sólo es chic y tiene detalles de cristales de Swarovski, sino que todo está enmarcado en un ambiente sofisticación.
Como la ubicación del hotel es muy céntrica, se encuentra a muy poca distancia del London Palladium Theatre y de Piccadilly Circus, un lugar donde se puede gozar de todas las obras de teatro del momento.
Si se busca salir de lo convencional, recomiendo visitar el hotel AndBeyond Ngorongoro, en Tanzania, pues está ubicado en el área del mismo nombre que es de una belleza salvaje espectacular.
El hotel encaja perfectamente con la naturaleza, se funde y aporta al paisaje. Y, desde que llegas, te das cuenta de la gran hospitalidad de la gente, pues te reciben con champaña o jugos para que te refresques.
Las habitaciones son únicas pues sus techos están hechos de hojas de plátanos y tienen diversos adornos, desde cosas modernas hasta africanas (especialmente de madera), que le dan un toque de lujo y magia al lugar, y también ofrecen una exclusiva y privada atmósfera del Ngorongoro Crater.
Además, son amplios, con chimenea, llenos de rosas (te puedes encontrar hasta más de 70 en tu baño) y desde ellos, con suerte, puedes ver diversos animales, desde búfalos hasta flamingos.
De hecho, tomar un baño por la noche, luego del cansancio de los safaris, es una delicia, pues te preparan la tina con espuma y fragancias exquisitas.
La cena la puedes disfrutar al aire libre, por lo que uno se siente como si estuviera en un gran picnic de lujo, ya que percibes el olor de la vegetación y eres testigo de una de las mejores vistas del mundo.
La atención también es para destacarse, pues siempre tienes un mayordomo al pendiente de ti y hasta un guardia que vigila que llegues bien a tu habitación sin encontrarte algún animal salvaje.
Lo mismo me pasa con los hoteles, los amo desde el aroma me llega al cruzar el portal e internarme en su lobby.
les platicare aquí de los hoteles que me cautivaron en mi último viaje.
En el corazón de Atenas se encuentra un gran hotel: el King George, y precisamente como un rey se siente uno desde que pone un pie dentro de éste.
Construido en 1936 y renovado en 2004, es uno de los hoteles con mayor prestigio en la ciudad y pone a disposición de los turistas sus 102 habitaciones de lujo distribuidas en 9 pisos.
Una de sus más fabulosas características es que se encuentra casi frente al Parlamento, lo que te permite ver el ritual que se lleva a cabo para el cambio de escoltas. ¡Algo que no te puedes perder!
La decoración de las suites es ecléctica, y cuando uno entra es deslumbrado, no sólo por el buen gusto de las cosas, sino por la iluminación natural que entra por las ventanas.
Es casi como estar en el paraíso, desde el cual se puede admirar la ciudad gracias a la vista panorámica. El mejor momento es la tarde, cuando comienzan a encenderse las luces en la acrópolis.
Y como los detalles siempre son importantes, en este hotel jamás se olvidan de ponerte una flor, que te transmite el mensaje de que eres especial. Las habitaciones son cómodas: las mejores son las que tienen balcón, pues puedes admirar esta gran ciudad en todo su esplendor, y las camas son realmente suaves.
Una de las mejores cenas se puede tener en el restaurante Tudor Hall, con una buena carne o pescado y un buen vino acompañando, por supuesto todo enmarcado por una gran vista que lo vale todo.
Y lo que redondea esta mágica experiencia es el gran servicio que ofrece este hotel, pues siempre están atentos a tus necesidades y con el objetivo de que te lleves la mejor imagen de ellos y su ciudad.
otro espacio que me encanta es el Saint James Paris, que con su impactante fachada, enmarcada por árboles, ya le quita el aliento a cualquiera, pues hay que resaltar que éste es el único castillo-hotel de la ciudad.
De hecho, cuando llegas y el coche da vuelta a la majestuosa fuente que está frente a la entrada principal, sin duda sientes que estás viviendo en otra época.
Situado en una zona tranquila y exclusiva, muy cerca del Arco del Triunfo, este hotel también posee un lobby espectacular (con grandes escaleras, alfombras rojas y mármol alrededor) y ofrece habitaciones amplias y con una gran vista a una fuente o jardín.
Una de las cosas que más llamó mi atención fueron las paredes de cada suite, pues están decoradas individualmente con distintos colores y formas, con muebles de un diseño muy europeo y pinturas tanto modernas como antiguas. ¡Ninguna de las 48 suites y habitaciones es igual!
El restaurante se distingue por ofrecer lo mejor de la cocina gourmet francesa, que en el verano se puede degustar en la terraza del jardín.
Y para aquellos que desean disfrutar de la quietud del lugar, pueden entrar y ser hechizados por alguno de los 12 mil libros que hay en el bar-biblioteca del hotel, donde además los viernes se puede gozar de música jazz.
Por supuesto, también disfruté el jacuzzi, el sauna y los masajes del spa Gemology, así como del gimnasio.
Todo bajo un excelente servicio, que hizo mi estancia mágica y placentera.
En su conjunto, aunque este hotel tiene una ubicación inmejorable, es un refugio tranquilo en París que enamora a cualquiera que se hospeda en él.
Ya en la habitación, uno descansa plácidamente y se deja envolver por los techos altos y la limpieza del lugar, mientras que de día se disfruta la impactante iluminación natural que entra por la ventana.
Pura tranquilidad
Conocido por la calidad de esta cadena en el mundo, hospedarse en el hotel Four Seasons Milano, de entrada, ya es una garantía.
Lujo y elegancia son sinónimos de este céntrico lugar construido en 1467 y restaurado en el 2001. De hecho, antes de entrar ni imaginas la elegancia que posee este sitio, que, sin duda, es un titán de lo majestuoso.
Aquí lo moderno convive con lo ancestral, pues éste es un antiguo monasterio que fue arreglado para convertirse en uno de los hoteles de mayor lujo de la ciudad.
Con un total de 118 habitaciones, 41 de ellas suites, sus “highlights” incluyen un moderno centro para ejercitarse, buena comida y que está cerca del Quadrilatero della Moda, donde están numerosas boutiques de diseñadores de fama mundial.
El restaurante La Veranda es uno de los mejores de la ciudad, que ofrece platillos locales y lo mejor de la cocina mediterránea, todo bajo la supervisión del chef ejecutivo Sergio Mei.
Hay que destacar que este sitio tiene una excelente carta para vegetariano y niños, y una amplia lista de los mejores vinos.
Para descansar, este hotel cuenta con un spa urbano con toques de madera y tonos grises para transmitir calidez y comodidad, en donde pude disfrutar de masajes corporales y faciales en cómodos cuartos que transmiten una enorme tranquilidad.
Además, el lugar cuenta con un remanso de paz: su patio interior desde el cual puedes admirar lo precioso de este edificio.
Elegancia única
Hablar de un hotel exquisito es hablar del hotel Westbury Mayfair, en Londres, cuyas mejores cualidades son su calidad y lujo contemporáneo sin paralelo, que han ido creciendo desde 1955, fecha en la que abrió sus puertas.
Ahora cuenta con 246 habitaciones, de las cuales 20 son suites que se distinguen por su comodidad, diseño y tamaño, de acuerdo con los estándares de Londres.
También tiene todo lo que se necesita para ejercitarse gracias a su gimnasio, y luego se puede disfrutar de un tranquilo momento en el sauna.
En este hotel también pude degustar una gran variedad de comida y vivir una grata experiencia en el discreto y casual restaurante japonés Tsukiji Sushi, que combina lo mejor de esta cocina con el espíritu londinense.
También pasé un inolvidable momento en el Polo Bar, que cuenta con un diseño Art Deco y en el que se pueden probar las mejores bebidas y cocktails de Mayfair.
De hecho, el Polo Bar fue votado en 2010 como El Mejor Bar de Hotel del Año. Y no es para menos, pues no sólo es chic y tiene detalles de cristales de Swarovski, sino que todo está enmarcado en un ambiente sofisticación.
Como la ubicación del hotel es muy céntrica, se encuentra a muy poca distancia del London Palladium Theatre y de Piccadilly Circus, un lugar donde se puede gozar de todas las obras de teatro del momento.
Si se busca salir de lo convencional, recomiendo visitar el hotel AndBeyond Ngorongoro, en Tanzania, pues está ubicado en el área del mismo nombre que es de una belleza salvaje espectacular.
El hotel encaja perfectamente con la naturaleza, se funde y aporta al paisaje. Y, desde que llegas, te das cuenta de la gran hospitalidad de la gente, pues te reciben con champaña o jugos para que te refresques.
Las habitaciones son únicas pues sus techos están hechos de hojas de plátanos y tienen diversos adornos, desde cosas modernas hasta africanas (especialmente de madera), que le dan un toque de lujo y magia al lugar, y también ofrecen una exclusiva y privada atmósfera del Ngorongoro Crater.
Además, son amplios, con chimenea, llenos de rosas (te puedes encontrar hasta más de 70 en tu baño) y desde ellos, con suerte, puedes ver diversos animales, desde búfalos hasta flamingos.
De hecho, tomar un baño por la noche, luego del cansancio de los safaris, es una delicia, pues te preparan la tina con espuma y fragancias exquisitas.
La cena la puedes disfrutar al aire libre, por lo que uno se siente como si estuviera en un gran picnic de lujo, ya que percibes el olor de la vegetación y eres testigo de una de las mejores vistas del mundo.
La atención también es para destacarse, pues siempre tienes un mayordomo al pendiente de ti y hasta un guardia que vigila que llegues bien a tu habitación sin encontrarte algún animal salvaje.
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